Cayó la noche.
El último resplandor del sol se desvaneció bajo el horizonte, solo para ser reemplazado por la oscuridad que envolvía al mundo. Las nubes a la deriva en el aire también se difundieron en un tono oscuro. Sin embargo, nadie se dio cuenta de la invisible y poderosa fuerza que surgía dentro de las densas capas de nubes. Las ondas de aire que surgían rasgaban las densas nubes. El acero negro reflejaba el último rastro de luz solar como si fuera la espalda de un monstruo de nubes. Luego, desapareció una vez más.
—No importa cuántas veces lo mire, sigue siendo increíble.