La lluvia otoñal no cesaba de caer.
Las nubes oscuras envolvían el cielo de Casabianca y la lluvia había estado cayendo continuamente durante tres días. Bane levantó la cabeza y miró el cielo con hosquedad. Las frías gotas de lluvia cayeron sin piedad desde arriba, golpeando su escuálido rostro. Pero eso no era nada para él. Dirigió su mirada a la sala del parlamento, junto a la plaza, donde las luces brillaban detrás de las ventanas.
Habían pasado cinco días y hasta ahora el parlamento no tenía aún una respuesta oficial a sus peticiones. Mientras tanto, más y más gente se reunía en la plaza. Bane era un soldado de la zona de guerra del norte y el ejército en el que estaba fue completamente aniquilado en la guerra contra el País de la Oscuridad. No solo eso, sino que también había perdido un brazo y se vio obligado a retirarse.