Llegó el otoño.
Para la mayoría de la gente, era la temporada de la cosecha. Después de experimentar un invierno de guerra, sus vidas finalmente regresaron al camino de la normalidad. Pero, para algunos, eso era solo el comienzo de sus nuevas vidas.
El Territorio Vacío.
Decenas de miles de personas, incluyendo ancianos, niños y jóvenes formaron una larga fila. Pero, sin importar quiénes fueran, solo había una cosa que podían hacer: levantar la cabeza y mirar al cielo a través de la centelleante barrera que conectaba el cielo con la tierra. Ese era el muro absoluto del Orden por el que nadie podía pasar. Y ahora, estaban a punto de entrar por las puertas de un mundo completamente nuevo.