Como todo había sucedido en el mundo mental, nadie resultó herido físicamente. Sin embargo, sus mentes fueron agotadas por completo, especialmente para Lize. Después de experimentar tantos estímulos en el mundo mental, su conciencia casi no podía aguantar más. Las amenazas que rodeaban al Valle Esmeralda parecían haber desaparecido tras la eliminación del Diablo de la Mente. Rhode no tenía prisa por continuar su viaje y llevó a Anne y Lize de vuelta a la Ciudad de las Moras por el momento.