—Parece que llegué un poco tarde. —Barter se acarició la barbilla, sentado en el gran caballo de guerra y sonriéndole descaradamente a Rhode. Este volteó los ojos en respuesta. Estaba tan cansado que no podía levantarse y no tenía ganas de discutir con Barter. Cabe destacar que el momento de la llegada de Barter fue perfecto. Cinco o seis minutos después de que el grupo de Rhode derrotó al nigromante, este hombre se acercó cabalgando con el Mandoble del Verdugo en su espalda.
—No importa. De todos modos, sé que los refuerzos siempre vienen después de que el personaje principal derrote al jefe —Rhode le dio a Barter una fría mirada y lo ridiculizó. Barter se sorprendió un poco, como si no entendiera lo que Rhode quería decir. En este momento, Paris llegó a donde Barter y le reportó los acontecimientos en voz baja.
