Rhode no creía que hubiera perdido mucho, incluso después de transmigrar al otro mundo. Aparte de su inventario y sus habilidades de esgrima, de alguna manera logró conservar el resto, como su memoria y el mazo de cartas sagrado, que era en su mayoría un recuerdo.
Rhode no pudo mantener su esgrima porque perdió las estadísticas necesarias para usarlas. Sin embargo, sintió que estaba bien porque sabía cómo obtenerlas de vuelta. Aprendió algunas acumulando puntos de reputación, otras las encontró en ruinas antiguas, y había otras habilidades más raras que para poder aprenderlas necesitaba cumplir con ciertas condiciones. Pero después de aventurarse durante varios años en el juego, pudo identificar la ubicación y los requisitos de la mayoría de las habilidades de esgrima.