En ese mundo, había algo que no se podía cambiar sin importar cómo se mejorara la fuerza, cuántos equipos o cuántos seres poderosos se asociaran. Esa cosa siempre estaría al lado de uno, como si fuera el compañero más devoto, sin importar cuán rico o pobre fuera. Fue el...
Aura de saqueo desafortunada.