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Chapter 84 - Capítulo 84: Una Ayuda

Todos estaban muertos de cansancio después de entrar al bosque. Sin embargo, Rhode no les permitió detenerse y descansar. En vez de eso, cargó a la clérigo que no podía caminar hasta que encontró un manantial. Reciénahí dejó que todos se tomaran un respiro.

—Haa…

Por fin se podían relajar. Muchos se desplomaron al suelo, negándose a moverse un centímetro. El viejo Walker silbó en voz baja mientras se sentaba en una roca para relajarse.

Sereck y Anne eran los únicos que no se vieron afectados por la fatiga. Ambos miraban a su alrededor en silencio y a la persona que corría de un lado a otro para distribuir las raciones de vez en cuando.

—¿Cuánto tiempo necesitan para recuperar su poder? —preguntó Rhode mientras se sentaba en una roca junto a las clérigos. Como no era un juego, sentarse, comer pan y tomar agua no repondría su HP y PA. El Poder del Alma era algo que provenía del alma; tal vez se podría decir que era similar a la resistencia. Sin embargo, la única diferencia con respecto a la resistencia era que si uno se quedaba sin Poder del Alma, podría quedar discapacitado de por vida, o incluso morir.

En el juego, cuando el PA estaba bajo, las estadísticas del personaje caían a la mitad y si no podían encontrar un lugar para restaurar su PA, pronto se convertirían en una carga no combatiente.

En su mundo actual, Rhode descubrió que se aplicaba la misma ley. Por eso las hechiceras como Marlene y Lize rara vez usaban su Poder del Alma. Sabían que si no podían controlar la pérdida de su PA, morirían.

—N-necesitamos al menos m-media hora…

Rhode frunció el ceño. ¡Era demasiado tiempo! Debían darse cuenta que ese lugar era igual de inseguro que el campo de batalla de antes. No lo dijo en voz alta porque quería mantener la moral alta, pero sabía que los espíritus malignos de ese lugar eran diferentes a los de antes. Acechaban en las sombras y atacarían en cualquier momento. Su característica espiritual los hacía difíciles de atrapar, y el grupo necesitaría la ayuda de las clérigos, especialmente de la Luz Sagrada de Lize, para cazarlos eficientemente. Por desgracia, en ese momento, Lize estaba apoyada en el hombro de Marlene con los ojos cerrados. Rhode sabía que no podría recuperarse rápido.

«Con tantos retrasos, ¿podremos salvar a esas personas?»

Sereck vio a Rhode frunciendo el ceño.

—¿Qué pasa?

Rhode levantó la cabeza y vio al espadachín sonriéndole.

—Me preocupa un poco que hayamos desperdiciado tanto tiempo —respondió Rhode agitando la cabeza.

—¿Desperdiciado?

Al oírle decir eso, Sereck no pudo evitar reírse. Luego agitó la cabeza con resignación hacia el joven y se quedó en silencio por un momento. Simplemente no supo qué decir.

En su opinión, lo que Rhode había hecho fue perfecto. Desde el momento en que entraron ala Meseta Silenciosa, hasta que llegaron allí, no habían pasado más de cuatro horas. Incluso podía decirse que la batalla en la pradera reflejó su ejemplar actuación. No tuvieron bajas ni heridos,solo un grupo de gente cansada. Quizá nadie en toda Ciudad Piedra Profunda podría igualar el liderazgo de Rhode.

Cuando vio a Rhode fruncir el ceño, pensó que estaba preocupado por algo importante. Pero, en realidad, ¿solo estaba decepcionado porque el grupo avanzaba demasiado lento?

Si se corriera la voz de eso, muchos líderes de grupos mercenarios se avergonzarían de sí mismos…

—Creo que lo que has hecho hasta ahora ha sido bastante bueno.

Sereck no sabía en qué estaba pensando Rhode, así que sonrió y trató de consolarlo dándole una palmadita en el hombro.

—Incluso estando solo, sería básicamente imposible para mí llegar a este lugar en tan poco tiempo. El hecho de que pudieses traernos a todos aquí con seguridad, prueba lo bueno que eres como líder de grupo mercenario. Al menos en Ciudad Piedra Profunda, no he visto a uno tan confiable como tú. Pero lo que me hace sentir curiosidad es…

Sereck entrecerró los ojos y escudriñó al joven que tenía delante.

—¿Cuándo te diste cuenta de que el Brillo Divino del clérigo podría debilitar a los no muertos? No fue algo que se te ocurrió recientemente, ¿cierto?

—Cuando estaba en la Pradera Este, luché contra incontables no muertos. Como sabrás, en algunas situaciones, la gente no tiene más opción que probar varios métodos para sobrevivir.

Rhode mintió sin pestañear. Pero no todas sus palabras carecían de fundamento. La Pradera Este estaba situada a lo largo de la frontera del País de la Oscuridad. Aunque tal vez era el lugar más aislado del Reino Munn, el conflicto con el País de la Oscuridad nunca se detuvo. Debido a las duras condiciones climáticas y de supervivencia, ese lugar dio origen a una clase especial: el Cazador de Almas.

Esos guerreros crecían en la Pradera Este y se podía decir que adquirían una multitud de experiencias al tratar con los no muertos. Las historias contaban que cuando empuñaban una espada por primera vez, lo primero que matarían sería un no muerto. La batalla entre los países duró un siglo, pero ambos bandos llegaron a un punto muerto. Con el tiempo, todo se resolvió en privado, así que el conflicto no se desbordó.

Sereck asintió. No dudaba de la explicación de Rhode, ya que conocía sus orígenes. En cambio, tenía curiosidad por saber por qué alguien como él abandonaría ese lugar apartado. Todos en el Reino Munn sabían que los de la Pradera Este eran un grupo misterioso y solitario. No comerciaban con otros pueblos, y era difícil para un forastero entrar en su territorio. Simplemente se quedaban en sus tierras y se ocupaban de sus propios asuntos, sin preocuparse por el mundo exterior.

A veces Sereck se preguntaba si Rhode era ese tipo de persona, pero al verlo con sus propios ojos, se dio cuenta de que Rhode y la gente de la Pradera Este de su imaginación discrepaban mucho.

—He oído rumores de los valientes guerreros de la Pradera Este que luchan contra los no muertos día y noche. Al ver a uno en persona... parece que los rumores son ciertos.

Sereck fue inteligente y decidió no meterse más en ese tema. Se encogió de hombros y observó sus alrededores una vez más.

—Este no es un lugar seguro.

Claramente, el maestro espadachín podía sentir el peligro que acechaba en el bosque.

—Lo sé, pero no podemos hacer nada al respecto.

Rhode frunció el ceño. Honestamente, no quería revelar demasiado de su poder porque eso generalmente no era algo bueno. Pero parecía que no tenía otra opción, ya que la fuerza general del grupo estaba en su punto más bajo.

«Usar el poder del elemento sagrado es lo más fácil para lidiar con esta situación, entonces…»

Rhode se puso de pie.

—¿Adónde vas?

—Voy a buscar a una amiga. Volveré enseguida.

Sereck no preguntó más porque sabía que Rhode no le explicaría nada. Como maestro espadachín, admiraba la actitud de Rhode.

El viejo Walker, Marlene y el resto también planeaban pararse y seguirlo, pero Rhode rápidamente los detuvo, indicándoles que se sentaran. Luego les dijo que tenía algo que hacer y que volvería pronto.

Después de ver la partida de Rhode, algunos tenían dudas en sus corazones, pero aun así obedecieron su orden y descansaron. Después de pasar tanto tiempo con Rhode, comenzaban a confiar en él incondicionalmente. Por eso siguieron sus órdenes sin decir una palabra.

Rhode inspeccionó sus alrededores en el bosque cercano. Después de confirmar que no había nadie por ahí, extendió su mano derecha.

Un círculo de invocación se formó en su palma y una carta blanca flotó lentamente frente a él. De repente, la carta se transformó en una hermosa espada que flotaba en el aire.

[La Espada Sagrada ha sido detectada. ¿Transformar a forma humana?]

«Sí».

Rhode asintió. Entonces, la hermosa espada angelical resplandeció brillantemente. Rayos blancos de luz se dispararon en todas direcciones y se atenuaron en un instante. Las partículas de luz se arremolinaron en un vórtice y formaron una hermosa chica una vez más.

—Maestro, he respondido a su llamada.

La hermosa muchacha se arrodilló a medias ante Rhode, y con su mano derecha sujetaba su espada que estaba firmemente clavada en el suelo. Luego miró solemnemente a los ojos de Rhode. Sus ojos eran claros como el cristal, y una tenue luz dorada se reflejaba en sus irises, emitiendo un encanto ligeramente seductor.

A diferencia de Lize, esa chica era un verdadero ángel de pura sangre.

—Levántate, no seas tan ceremoniosa.

No estaba acostumbrado a que la chica se arrodillara ante él. Aunque había multitudes de espíritus femeninos en el vasto mar de espíritus de invocación, la mayoría de los espíritus femeninos eran espíritus de Agua y de Viento, que, por cierto, eran muy populares entre los jugadores.

Sin embargo, sin importar la forma que adoptaran, en esencia, seguían siendo espíritus. Era la primera vez que Rhode veía a un espíritu de invocación que tomaba la forma de una espada transformarse en una chica. Cuando lo pensó de esa manera, no pudo evitar sentirse un poco raro.

—En la próxima batalla, necesitaré tu ayuda.

Como él la invocó, no tenía que ser modesto.

—Deberías ser capaz de sentir el aura de los no muertos cerca. Estos tipos son bastante problemáticos. ¿Crees que morirás?

—No lo haré, maestro.

Al escuchar la pregunta de Rhode, la muchacha angelical sonrió y asintió.

—Soy un ser muy puro, por eso no le temo a la muerte. Mientras pueda mantener su poder, yo seguiré existiendo.

—Bien.

Rhode asintió satisfecho.

—Te sacaré por un tiempo. Recuerda, de ahora en adelante eres…¿Tienes nombre?

Rhode descubrió que no sabía si ella tenía un nombre o no.

—Sí, amo.

La chica saludó con la mano derecha sobre el pecho.

—Soy la 10° Espada Sagrada Eterna, Marca de la Estrella. Mientras estoy en mi forma humana, puede llamarme Celia.

—Bueno Celia, debes recordar que no debes revelarle tu verdadera identidad a otras personas. Si tienes alguna duda, puedes preguntarme. ¿Entiendes?

—Entiendo, maestro.

Rhode asintió y se dio vuelta, regresando al manantial.

Cuando llegó, todos estaban más o menos descansados.

—Eh, chico, ¿adónde fuiste? —preguntó con curiosidad el viejo Walker mientras se ponía su jarra de vino en la cintura. Cuando vio a la chica con armadura pesada detrás de Rhode, se congeló inmediatamente.

—¿Sr. Rhode?

Lize también se sorprendió. Rápidamente se puso de pie y miró con curiosidad a la chica nueva de pies a cabeza. Lo mismo ocurrió con los demás miembros del grupo. Aunque lo sorprendente no solo era que Rhode trajera a una chica de la nada, sino que esa chica tenía un gran par de alas en la espalda. Era como si estuviera insinuando que era un ángel.

Era de público conocimiento que los ángeles eran criaturas nobles dentro del continente. La mayoría de ellos tenían rangos altos, incluso los ángeles de nivel más bajo tenían un estatus alto entre la gente común. En la remota Ciudad Piedra Profunda, ni siquiera el Señor de la ciudad había visto a un ángel. Pero, ¿ahora qué? ¿Rhode solo había salido a dar un paseo ytrajo un ángel consigo?

«¿Quién es ella?»

La mente de Sereck estaba llena de preguntas.