«¿Un paseo?»
Sonia tembló. Se habría alegrado de haber dejado esa oscura y horripilante celda para dar un paseo antes. Pero ahora... Estaba completamente desnuda. El pensamiento de todos los que la rodeaban y miraban su cuerpo desnudo le daba miedo. Miró a Rhode con temor y aunque sabía que ese hombre era un monstruo aterrador, ¡no esperaba que estuviera tan loco!
«¿Por qué? ¿Por qué me trató así?»
Sonia pensó que ese hombre anhelaba su cuerpo. Pero ahora, ese tren de pensamiento se había desvanecido en su mente. Después de su encarcelamiento, Rhode tuvo todas las oportunidades de violarla, pero él no lo hizo y tampoco estaba bien decir que no tenía tales intenciones... Sonia bajó la cabeza y miró a su «yo»desnudo.
«¿Será que este hombre tiene un fetiche enfermizo?»