Rhode abrió los ojos.
No tenía más opción que admitir que probablemente ese había sido el mejor sueño que había tenido después de salir de Piedra Profunda. La sensación de dejar ir todo y concentrarse en descansar era bastante adictiva, particularmente cuando tenía una suave y cómoda «almohada» bajo su cabeza emanando una leve fragancia.
Después de despertarse, lo primero que Rhode vio fue la cara dormida de Marlene. Su agotamiento era muy evidente. Estaba recostada contra el pilar, con los ojos cerrados y las manos en las rodillas. El hechizo de luz que había lanzado ya se había disipado, y solo quedaba el brillo anaranjado de la antorcha.
Rhode se incorporó lentamente, pero cuando presionó la mano izquierda contra el suelo, se percató de una sensación bastante peculiar. Subconscientemente, volteó y se miró la mano. Cuando vio las cinco «zanahorias» que se suponían eran sus dedos, se quedó sin palabras.
Como era de esperarse de una jovencita noble...
Rhode suspiró y agitó la cabeza, impotente.
Procedió a quitarse las vendas y descubrió que el corte de su mano se había recuperado casi completamente. Fuera cual fuera su raza, su habilidad regenerativa era fuera de serie. Si fuera un humano ordinario, tal vez esta herida no se curaría ni siquiera en dos semanas.
En este momento, las pestañas de Marlene se agitaron.
—Mmm... —gimió suavementey abrió los ojos. Su mirada y la de Rhode se conectaron.
Rhode decidió no evitar sus ojos y le devolvió la mirada. Después de haber interactuado con ella durante los últimos días, había descubierto algunas cosas interesantes sobre ella. Por ejemplo, que tenía presión arterial baja.
Para una maga, estar mareada no era algo bueno.
Francamente, cuando Rhode se percató de esto, se sorprendió bastante. Quería despertar a Marlene de su sueño, pero ella lo abrazaba con fuerza. Aunque se veía bastante frágil en la superficie, Rhode sabía cuán poderosos eran sus hechizos. Si no fuera porque estaba atrapada en un sueño, lo más seguro es que ya lo hubiera matado. Además, ¡lo más aterrador era que no recordaba nada al respecto!
Desde ese momento en adelante, Rhode decidió mantener la distancia. Especialmente antes de que se despertara.
Incluso ahora sus dos ojos estaban en blanco, como si estuviera hipnotizada. Se veía como una muñeca obediente y, junto con su exquisito rostro, su condición actual podía hacer fácilmente que un hombre recurriera a sus instintos más básicos.
Pero Rhode sabía que si alguien hacía eso, estaría muerto al siguiente instante.
Porque, en ese momento, su cuerpo empezó a balancearse como un péndulo.
Uno.
Dos.
Tres.
Un grito corto y ahogado salió de su boca.
—¡Ahhh! —Los ojos de Marlene, antes adormecidos, se abrieron de golpe cuando notó que Rhode la veía fijamente—. S-Sr. Rhode, ¿ya está despierto?
«Parece que al fin despertó».
—Buenos días, Srta. Marlene —Rhode agitó lamano para saludarla—. Parece que tuvo dulcessueños.
—Bueno... no dormí mucho anoche —respondió Marlene con impotencia. Pasó los ojos por el área, pero sedio cuenta de que estaba bajo tierra, así que no podía saber qué hora era.
Marlene intentó levantarse, pero sus piernas se adormecieron y cayó al suelo con un golpe.
—Ah, qué dolor...
—Prepárate para irnos. Volveremos a Piedra Profunda.
—De acuerdo... —Marlene bajó la cabeza al responder. Aparentemente seguía muy avergonzada.
Se levantó de nuevo y fue hasta la gema cristalina antes de recogerla y meterla en su almacenamiento. De repente Marlene pensó en algo. Caminó hacia Rhode y sacó algunos objetos de su bolsillo.
—Cierto, estas cosas...
—¿Qué son?
—De acuerdo con ustedes, se llaman «botín»—Finalmente había vueltosu personalidad habitual—. Encontré estas cosas en esos asesinos. Creo quepodrían serle útiles...
—¿Ah? —Rhode se impresionó un poco. Sabía que ella detestaba lidiar con cadáveres, y recordó que antes había dicho que jamás lo haría de nuevo.
¿Pero qué era esto? Marlene no era de lasque se retractaban de lo que decían, ¿o acaso la jovencita había cambiado de actitud?
Marlene parecía no darse cuenta de las dudas de Rhode. Si se había percatado o lo ignoraba a propósito, nadie más que ella lo sabía. Solo sacó todo lo que había encontrado y se lo dio a Rhode con una expresión de «es todo tuyo».
Ah, qué jovencita tan arrogante. Rhode suspiró paradentro y decidió guardar silencio al recibir los objetos que Marlene había conseguido.
Aunque Marlene odiaba hacerlo, seguía siendo una señorita bastante decidida. Cuando se proponía hacer una tarea, la completaba meticulosamente. Había descubierto cuatro equipos mágicos en los cadáveres de los tres hombres. Casi todos eran bastante ordinarios, e incrementaban Sentido e Inteligencia. Rhode sintió que era mejor que nada. Como en el grupo mercenario era apenas como un bebé, estos equipos mágicos igual se podían usar o vender.
Pero uno de los equipos atrajo su atención. Era la daga que había utilizado la asesina. Tenía un atributo pasivo que le permitía penetrar magia protectora de nivel medio. Además poseía un atributo innato de veneno paralizador. La fabricación también era exquisita. La hoja había sido templada con una aleación de hierro y oro, lo que la convertía en el arma perfecta para matar.
Desafortunadamente, el equipo actual de Rhode no tenía un ladrón, y su esgrima no le permitía pelear con una daga. Era un desperdicio, pero de acuerdo con sus cálculos, si subastaba la daga en el mercado negro, podría ganar una cantidadconsiderable de dinero. Solo le preocupaba que si revelaba la daga públicamente, podría atraer problemas innecesarios.
Después de revisar el botín adquirido, Rhode asintió con satisfacción y lo metió en su bolso espacial.
Su misión al fin había terminado.
Mientras se iban, Rhode descubrió los cuerpos de los dos desafortunados que custodiaban la entrada. Después de que Rhode y Marlene salieron del pasadizo secreto, la entrada de piedra se cerró automáticamente y la escultura volvió a su lugar original.
Si de él dependiera, Rhode no querría volver nunca más a este sitio.
El dúo llevó sus agotados cuerpos a Piedra Profunda. Cuando llegaron a las puertas de la ciudad, ya habían pasado dos días y era de noche. Inmediatamente, fueron a la Asociación de Mercenarios para presentar la misión al Viejo Hank. Después de darle las hierbas mágicas, Rhode también le entregó la insignia que había encontrado en el Bosque Crepúsculo. Ahora que Starlight había completado tres misiones, su rango había subido del fondo al sexto.
Bueno, al menos había logrado escapar del último lugar.
—Chico, hiciste un buen trabajo —El viejo Hank le dio un amigable golpecito a Rhode en el hombro—. En apenasmedio mes, lograste completar tres misiones y conseguiste cinco puntos. En serio necesito que esos perezosos grupos mercenarios aprendan de ti. Hmph, si no trabajan duro, ¡solo podrán llorar cuando sean disueltos!
—No es nada —Rhode asintió con la cabeza. Realmente noprestaba atención a estos asuntos mundanos. Al contrario, le preocupaban más otras cosas—. ¿Cómo está Lize? No se metió enproblemas, ¿cierto?
—Lize se porta bien. Realmente no es un problema, pero... —el viejo Hank frunció el ceño y bajó el tono de voz. Después de un rato, continuó—: No sé quéocurrió recientemente, pero todo lo que hizo fue encerrarse en su habitación, asegurando que estaba aprendiendo hechizos nuevos. Yo mismo le entregaba sus comidas diarias,porque si no, me temo que incluso podría haber olvidado comer. No sé por qué está trabajando tan duro... Todavía es joven y tiene mucho tiempo para aprender. ¿No sería un desperdicio que lastimara su cuerpo en el proceso? Chico, ayúdame a persuadirla, solo te escuchará a ti.
—De acuerdo, no hay problema —Rhode asintió con la cabeza. Tampoco quería que Lizese enfermara por entrenar demasiado. Su habilidad solo le permitía curar heridas físicas. Si se enfermara, sería problemático. Se despidió del viejo Hank conla mano y se volteó a Marlene, que estaba a sulado—. Vámonos.
—De acuerdo... —Marlene reveló una expresióncomplicada, pero se dio unas palmaditas en la cara con ambas manos para refrescarse.
Cuando los dos estuvieron a punto de salir de la Asociación de Mercenarios, una voz de repente sonó desde atrás.
—¡Muchacho, al fin volviste! —se voltearon hacia la fuente de la voz y vieron la colorada cara del viejo Walker mientras estesalía de la multitud—. Pensé que los lobos ya se los habían comido. Pero viéndolos a los dos, ¡parece quetrabajaron duro!
—Sr. Walker —dijo Rhode frunciendo el ceño—, ¿por qué está aquí?
—¿Yo? —Walker agarró unjarrón de licor que colgaba de su cintura y bebió un trago. Luego entrecerró los ojos y sonrió mientras veía al hombre que tenía en frente—. Agradéceme,muchacho. ¡Conseguí a la persona que buscabas!