Cuando este comentario salió de la boca de Joey, casi todos los que lo escucharon pusieron la misma expresión. Volteó los ojos de forma ridícula y arrugó la nariz como si hubiera comido algo horrible. Esto demostró que incluso él se negaba a creer tonterías así. Lapis seguramente estaría al tope de la lista por ser la persona más inofensiva de toda la hermandad. Además, Joey había estado mucho tiempo con Randolf y Lapis, y sabía mejor que nadie qué clase de persona era ella. Si decían que Lapis se había atrevido a envenenar a alguien, entonces ellos seguramente serían unos maníacos homicidas.
—Continúa —dijo Rhode.
Rhode casi había entendido todo el asunto. La fortuna favorece al tonto, y era una suerte que hubieran buscado a Lapis por cuenta propia. Si ese fuera el caso, Rhode estaba seguro de poder manejar esta situación.
Joey miró la desinteresada expresión de Rhode y se recompuso para continuar con su informe.