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Chapter 56 - Capítulo 56: Como Un Cerdo...

El nigromante resopló con frialdad ante el ataque de Rhode. Un muro de huesos tomó forma frente a él y bloqueó la espada de Rhode. En este momento, Shauna y los otros mercenarios avanzaron de acuerdo a las órdenes de Rhode y adoptaron una formación triangular, rodeando al nigromante.

—¡Pfff!, qué trucos tan inútiles.

Aunque el nigromante no podía retirarse más, claramente no consideraba que Shauna y los demás fueran una amenaza. Resopló con desdén, haciendo que un intenso brillo apareciera en sus cuencas oculares mientras agarraba su báculo y se movía a un lado, moviendo su arma en un arco.

Normalmente, los magos tenían ataques físicos débiles, pero el nigromante era una excepción. Después de perder su cuerpo mortal, había obtenido un poder muy superior al de los humanos. Al enfrentarse al ataque del nigromante, Shauna subió instintivamente su arma para bloquear, pero poco esperaba que el impacto fuera similar al de un bárbaro blandiendo un enorme palo. El cuerpo de Shauna tembló violentamente bajo la inmensa presión. Si su reacción hubiera sido un poco más lenta y no se hubiera retirado rápidamente después del primer golpe, entonces tal vez ya habría salido volando hacia el techo.

—No choques directamente con él. ¡Mantén la distancia y no dejes de atacar!

Rhode descubrió la miserable condición de Shauna y frunció el ceño antes de advertirle una vez más. Al escuchar su voz, Shauna y los otros mercenarios recuperaron inmediatamente algo de ánimo antes de rodear al nigromante, lanzando ataques de rango medio-largo periódicamente. Como el nigromante poseía destrezas físicas y de combate anormales, logró retener a Rhode con un muro de huesos mientras blandía su báculo como un garrote con la otra mano. Una intensa brasa ardía en sus cuencas sin fondo, emanando una helada aura de peligro.

Pero eso era todo lo que podía hacer.

Después de esquivar los incesantes ataques, el nigromante se burló de ellos y alzó la mano izquierda, conjurando una escalofriante bola de energía negativa en la punta de su huesudo dedo. Luego lo apuntó hacia afuera, esperando el momento perfecto para lanzarla...

Pero en ese momento, sintió que algo andaba mal cuando su muro de huesos tembló repentinamente.

¡Bang! Una furiosa tormenta tomó forma y la sólida pared de huesos colapsó como si fuera un montón de bloques de juguete. Al mismo tiempo, una luz se reflejó en los pálidos huesos, creando una línea recta y blanca que atravesó directamente la frente del nigromante.

«¡Demonios! ¿Cómo pudo ocurrir esto?»

El nigromante estaba pasmado. La energía negativa que había estado condensando laboriosamente se disipó al instante. En este momento, descubrió que un remolino estaba emergiendo debajo de sus pies y lo evitó rápidamente, al igual que un ataque de Rhode. Con el rabillo de sus cuencas oculares, vio a una jovencita con una lujosa túnica mágica moviendo una varita que emitía una luz carmesí.

—¡Rayos!, ¿¡mi hechizo fue anulado!?

La expresión del nigromante se hundió. Había asumido que Marlene solo era una aprendiz de mago más, por lo que su presencia no lo había molestado mucho. Pero ahora que había descubierto que su magia había sido anulada, se percató de que su poder iba mucho más allá que el de un aprendiz. Más bien, ¡estaba seguro de que había entrado al Círculo Medio! Era imposible anular su magia protectora con esta enorme brecha de nivel entre los dos, pero como lo había podido hacer...

Estos pensamientos volaron por la mente del nigromante. Luego, en un dos por tres, descubrió una forma de contrarrestarla. El báculo que sostenía de repente cayó al suelo y desapareció.

Solo Rhode se percató de este sutil movimiento.

—¡Walker, Lize, presten atención a sus alrededores! —Rhode bajó la espaday les gritó a los dos. Luego, en el último momento, el suelo se levantó de repente.

¡Bum!

Varios no muertos fuertemente armados se arrastraron de las grietas ocasionadas por el terremoto. Muchos tenían armas viejas y rotas, y gritaban con furia. Aunque iban a paso lento, sus inquebrantables posturas y números superiores rodearon a cada uno de los mercenarios. Rhode pensó que este movimiento era, en efecto, la decisión correcta. Afortunadamente ya leshabía advertido a sus hombres, porque si no, todos estarían corriendo como pollos sin cabeza. Ahora los mercenarios se habían dispersado en el campo de batalla para matar a los no muertos que habían aparecido. Dos mercenarios de Red Hawk protegieron inmediatamente el frente y flanco de Lize y Marlene. En respuesta, Lize lanzo un escudo protector sobre todos. En cuanto a Marlene, la situación no le preocupaba en lo másmínimo y apuntaba su varita al nigromante, murmurando un hechizo para analizar los conjuros protectores que tenía en el cuerpo.

Esta batalla era una carrera contra el reloj.

—¡Tch!

Cuando el nigromante se percató de que el pánico no cundía como él había planeado, se burló con desdén. Se retiró una vez más y esquivó dos ataques al mismo tiempo. Como los ataques eran muy débiles, no le importó quién los había lanzado. Incluso si cayeran sobre su cuerpo, no provocarían ninguna herida. Pero lo que sí lo ponía nervioso era el tipo de pelo negro que estaba ante él. Sin importar lo que hiciera, el joven podía ingeniar un contraataque. Era raro... ¿cómo este chico, que parecía tener un rostro femenino, podía estar tan familiarizado con su estilo de pelea?

¡Sss!

A Rhode no le podía importar menos lo que el nigromante pensara de él. Blandió su espada y se lanzó hacia adelante una vez más. Cuando su espada chocó con el báculo de hueso, produjo una chispa en el punto de contacto. Entonces, al siguiente instante, se percató de que unas líneas de magia volaron por el aire y se disiparon rápidamente.

—¡Lo hice! —Al ver este fenómeno, ladeterminación de Rhode se fortaleció. Mientras tanto, la expresión del nigromante se oscureció. Se retiró una vez más mientras alzaba el báculo que tenía en mano.

Al mismo tiempo, Marlene apuntó al cuerpo del nigromante con su varita.

Una luz cegadora se condensó en la punta de su varita de rubí, y salió disparada hacia adelante. En un abrir y cerrar de ojos, el hechizo golpeó exitosamente al nigromante.

¡Bum!

Una intensa serie de olas de calor salieron del punto de impacto. Ni siquiera Rhode pudo evitar dar unos pasos hacia atrás. La temperatura de la recámara se disparó y, en este momento, el angustiado grito del nigromante salió de las llamas.

—¡Condenado bastardo! ¡Todos ustedes van a pagar!

El hechizo defensivo que envolvía al nigromante había sido eliminado. Este ya no mantenía su comportamiento arrogante y se había sumergido en un frenético estado de ira. Casi de forma instantánea, invocó a su alrededor cinco o seis afiladas lanzas de hueso y se las arrojó a Marlene como contraataque. Pero antes de que las lanzas de hueso pudieran atravesar el cuerpo de Marlene, un guerrero acorazado interceptó su trayectoria y levantó su enorme escudo antes de estrellarlo contra el suelo, protegiéndola.

¡Bum! Después del chirrido del metal, pareció que algunas de las afiladas lanzas se habían quebrado y convertido en innumerables fragmentos. Pero debido a la aterradora fuerza de aceleración, el guerrero acorazado también cayó al suelo.

Demonios.

Blandiendo su espada de dos manos, Barney luchaba con los no muertos en la vanguardia. Con el rabillo del ojo vio a la figura de Rhode peleando con el nigromante. Jamás habría imaginado que Rhode fuera tan fuerte, y la imagen que había visto parecía reflejar estos pensamientos. El nigromante se había vuelto loco, y bajo sus aplastantes golpes, ese sucio noble y su hermana mayor apenas lograban evitar los ataques. Si la situación seguía así, ¡podían no ser capaces de ganar!

Barney mataba un no muerto tras otro. Mirando hacia atrás, se percató del miserable estado de Shauna, y el noble se escondía detrás del nigromante como sin intención de ayudarla.

«¿Ven? Tenía razón. ¡Ese tipo planeaba usarnos como carne de cañón para luego llevarse las recompensas! ¡Demonios! ¡No dejaré que se salga con la suya!»

Barney decidió su siguiente movimiento. Se volteó y alzó la espada, avanzando hacia el nigromante.

—¡Muere, malvado monstruo! —Barney gritaba mientrasagitaba su espada, pero no esperaba que Shauna, que supuestamente estaba en apuros, cambiara súbitamente de ubicación y se pusiera frente a él.

Se pudo escuchar el choque de las espadas.

Al descubrir la amenaza que venía a sus espaldas, Shauna se sorprendió. Bajo las órdenes de Rhode, ella y su compañero finalmente pudieron cambiar de posición para protegerse del contraataque del nigromante. Al volverse loco, el hechicero usó mucho de su poder y ahora estaba exhausto. Solo un empujón más y ganarían esta batalla. Pero Shauna no esperó que otra persona atacara detrás de ella.

Justo ahora, la espadachina pelirroja no tenía oportunidad de echarse para atrás. Lo único que podía hacer era apretar los dientes y mantenerse firme. Pero ahora, el nigromante había aprovechado la confusión de Shauna para atacarla. Dobló su dedo mientras entonaba un hechizo y e hizo una mueca.

¡Bang!

—¡Ahhn!

Shauna, que estaba distraída, no pudo evadir el ataque del nigromante. Una afilada lanza de hueso atravesó su hombro izquierdo, y la enorme inercia hizo que su cuerpo saliera volando antes de caer al suelo.

El nigromante, que al fin había obtenido la ventaja, no planeaba quedarse más tiempo y se dio la vuelta para escapar.

—¡Demonios! —al ver lo que había ocurrido, Rhodemaldijo por dentro. Volteó su mano derecha y apareció unacarta roja—. ¡Marlene, usa todo tu poder para atacarlo! —Rhode gritó atodo pulmón y lanzó la carta que tenía en la mano. Pronto, el Asesino Flamígero apareció y se lanzó al enemigo que se disponía a huir. Una sombra roja brilló en la oscuridad y se pudo oír una violenta explosión seguida del rugido del nigromante, que retumbó por todos lados.

Maldita sea, como era de esperarse, el hechizo protector no se había levantado completamente.

El espíritu invocado no había entrado en contacto con el hechizo protector y fue llamado de vuelta. Rhode inmediatamente corrió y atravesó el humo negro.

La condición del nigromante tampoco era muy buena. Justo ahora, había caído en un estado miserable: su hechizo protector había sido reducido en un 70-80%. Esa era la razón por la que el nigromante no había podido bloquear la autodestrucción del Asesino Flamígero. La túnica que llevaba había sido desgarrada y convertida en andrajos, y hasta su báculo de huesos se había vuelto un completo desastre.

—¡Malditos humanos!

Al ver a Rhode corriendo hacia él, el nigromante apretó los dientes y maldijo. Levantó las dos manos y apuntó a Rhode.

Una bola de luz carmesí voló directamente hacia Rhode. Pero este no decidió evadirla, sino que levantó su espada y continuó.

«¡Es hombre muerto!»

Al ver a Rhode ignorar su defensa propia y atacarlo a él, el hechicero mostró una sonrisa confiada. En su opinión, este joven iba a morir pronto.

Pero pronto, la sonrisa se convirtió en una mueca de terror.

Un par de alas translúcidas aparecieron frente a Rhode. Unas plumas blancas y suaves flotaron en el aire. Era una escena fantástica.

El nigromante no tuvo tiempo de apreciar la belleza, ya que la bola negativa de energía roja también se había convertido en una brisa y había desaparecido.

—Tú eres... —El nigromante abrióla boca, pero al mismo tiempo, la espada de Rhode la atravesó.