—¿En serio dijo eso? —dijo una profunda voz dentro de la bola de cristal y Danny se levantó, inclinándose apresuradamente aunque solo hacia una bola inanimada—. Sí, señor. Ese joven se veía extremadamente seguro y, para ser sincero, no esperé que se atreviera a...
—Está jugando con fuego —interrumpió rudamente la voz—. ¿No está al tanto de las consecuencias de sus acciones? ¡Está provocando al País de la Luz! Olvídalo, no tiene sentido hablar de esto ahora. ¿Cuál era la intención de Lydia?
—Su Alteza Real Lydia no pudo tomar ninguna decisión, pero pareció evidente que estaba del lado del joven.