La puerta de piedra tenía tres metros de altura y estaba tallada con una hermosa y misteriosa escultura en relieve. Había una ranura cuadrada en el medio de la puerta, aparentemente un dispositivo para abrirla. Aunque toda la puerta tenía un aspecto ordinario, mediocre en el mejor de los casos, y un golpe con un martillo podía romperla sin esfuerzo, Rhode podía sentir que un aura extraña salía de ella. Era obvio que estas finas esculturas en relieve no eran solo eso, sino poderosas trampas mágicas que quizás se dispararían si el método de inserción de la llave era incorrecto o si la puerta se abría a la fuerza.