Un espadachín salió volando del cuadrilátero y cayó al suelo. Los vítores volvieron a resonar por el coliseo. A diferencia de antes, los mercenarios se quedaron sin palabras. Ya fuesen líderes o mercenarios normales, todos estaban desconcertados. Miraban perplejos a la doncella que ni siquiera se había movido un paso del centro de la arena de combate.
Cinco derrotas.
Las cinco élites del primer equipo perdieron sin siquiera poder hacerleun rasguño a la túnica de Marlene. Después de ganar, Marlene ni siquiera se volteó, y bajó del cuadrilátero directamente, como si no hubiese hecho nada increíble. De hecho, muchos estaban tan sorprendidos por su fuerza que no pudieron pronunciar ni una sola palabra.