Cuando Rhode trajo a sus subordinados al pueblo de Risco Alto, otra escena se desarrollaba en el castillo de Ciudad Piedra Profunda.
El oficial administrativo de la región Paphield y Señor de Ciudad Piedra Profunda, Klautz, tenía la cabeza baja y su rostro estaba verde mientras miraba el suelo. El sagrado poder que lo rodeaba se convertía en una gentil brisa, similar a un viento primaveral, pero a él le daba una sensación completamente distinta.
—No he estado en Piedra Profunda por tanto tiempo —dijo Lydia suavemente. Estaba envuelta en luz, mirando por la ventana para observar el paisaje de la ciudad—. Sigue siendo tan hermosa como antes, la obra maestra de la naturaleza combinada con la sabiduría y el trabajo duro humano. Qué combinación tan perfecta. Nada se puede comparar con esto, ¿no lo cree? ¿Sir Klautz?
—Tal como usted dijo, Su Alteza —Mientras respondía su pregunta, Klautz se limpió el sudor de la frente.