—Erm... Su Majestad, ¿puedo saber cuánto tiempo más tardaremos en llegar a Ciudad Desolada?
Jadeando mientras Cheryl seguía a todo el mundo desde atrás, no pudo aguantar su pregunta más curiosa. Sabía que tenía la menor autoridad para hacer esa pregunta entre ese grupo de seres formidables. Además, ella era solo una carga para ellos y la razón por la que Rhode estaba dispuesto a llevarla era solo porque estaba en el camino para ellos. Esa tentación era enorme para ella. Solo la gente que personalmente vivía en el infierno entendía cuán preciosas eran la paz, la esperanza y la bondad. A pesar de que solo era una elfa que fue maltratada en el País de la Luz, comparado con los peligros del infierno...
Cheryl tenía dudas al respecto. Después de todo, esa no era su misión original. Pero ahora, no podía evitar preguntar porque todo ante sus ojos era demasiado extraño.