Al mismo tiempo, campanas solemnes sonaron desde un lugar desconocido, cada sonido provocó una onda en el aire.
Al ver esta situación, la expresión burlona en el rostro de Osric desapareció y se volvió más solemne. Con su comprensión de las Reglas Mundiales, Osric podía sentir el inmenso poder que contenía la magia con mayor claridad que otros.
Mientras tanto, cuando sonaron las campanas, el arzobispo Martin, que estaba luchando contra uno de los comandantes de los Altos Elfos, lanzó una mirada hacia el cielo. Esa mirada dejó atónito a Martin, casi olvidando que se enfrentaba a un oponente que era tan fuerte como él.
Si no fuera por el rápido rescate de quienes lo rodeaban, el arzobispo Martin podría haber sido asesinado en ese momento así como así. Aun así, no pudo concentrarse en su batalla después de recuperarse de su estado de aturdimiento, hundiéndose en una posición pasiva en la batalla.