El sonido de los huesos rompiéndose continuaba, haciendo que la sangre de todos se helara, mientras miraban atónitos la escena frente a ellos. Ni Jason ni Sienna habían visto a tantas criaturas muertas a la vez, estaban en los campos yermos, en el bosque marchito, debajo del túmulo en descomposición y al lado de unas pocas casas que se habían derrumbado. Los Guerreros Esqueléticos llegaban desde todas direcciones y todo lo que podían ver era un mar de espeluznante blanco que se acercaba a ellos, como un mar de langostas.