Ese hombre vestía un traje negro oscuro y se sentó en la mesa diagonal a ellos, con la tenue luz del candelabro reflejando la silueta de su majestuosa y divina apariencia. Tenía una expresión fría y parecía abatido mientras le indicaba su pedido al mesero.
Estaba acompañado por Xia Yu.
En ese preciso momento, Xia Ling sintió como si alguien estuviese apretando su corazón, hiriéndola. En su vida pasada, sin importar cuán coqueta fuese o cuántas pataletas hiciera, él se negaba a traerla a este restaurante. Pero hoy trajo a Xia Yu.