Dejó de mirar las noticias y se enfocó en sus cosas.
Ese día la Hermana Mai Na y su asistente, Wei Wei, la acompañaron a la estación de televisión para grabar el anuncio publicitario.
El encargado con barriga de cerveza, cortésmente, le dijo, mientras frotaba sus manos de manera extraña: —Mis disculpas Hermana Mai Na y Señorita Ye. La grabación ha sido cancelada, ¿no fueron informadas?
—¿Cancelada? ¿por qué? —pregunto la Hermana Mai Na Mientras fruncía el ceño.
—Bien…—la persona a cargo miró a Xia Ling fingiendo impotencia, mientras decía: —El asunto involucrando a la Señorita Ye explotó. Considerando nuestra reputación y audiencia, hemos decidido buscar a alguien más para hacer esto, por lo tanto...
—¿Quién es ese alguien más? —Xia Ling preguntó fríamente.