Ambos se giraron para mirarla. Se acercó y se arrodilló para mirar a Shaohui. Después de ver que estaba completamente limpio, ella finalmente se sintió aliviada.
—¿Por qué estás aquí? ¿No has olvidado lo que la hermana te ha dicho? No hables con hombres extraños.
Li Lei se calló. ¿Quién era el hombre extraño del que estaba hablando? Shaohui asintió ignorantemente. Luego le dijo a Xia Ling: —Este tío me invitó a jugar en su casa.
—¡No tienes permitido ir! —Xia Ling dijo ferozmente.
La cara de Shaohui cayó y parecía molesta. Xia Ling tenía dolor de cabeza. ¿Qué tipo de brujería hizo Li Lei para permitir que Shaohui se acercara tanto a él en tan poco tiempo? Qué tal si...
Justo cuando estaba pensando en qué decir, Li Lei ya suplicó por Shaohui. —Dijo que quiere venir a ver a Er Mao. Sabes que Er Mao es un animal grande y no es conveniente sacarlo. Debes dejarlo ir.
Shaohui también la miró con anticipación. Xia Ling todavía era muy feroz.
