Li Lei todavía no podía créelo.
—Ella no puede ser Xia Ling. Luego de que Xia Ling murió, todos vieron lo triste que estaba Pei Ziheng. Casi se peleó con su familia por enterrar a Xia Ling en su tumba ancestral. Es más, él visitaba su tumba todos los años y buscaba personas que se le parecieran. Si Xia Ling siguiera viva y estuviera actuando como Ye Xingling, Pei Ziheng hubiera venido a buscarla hace mucho tiempo.
—¿Tal vez Pei Ziheng desconoce la verdad? —especuló Tan Ying
—¿Por qué?
Ni bien Li Lei preguntó esto, repentinamente pensó en la información que le dijo el viejo Bao. Hace dos o tres años, Xia Ling fue aprisionada y torturada por Pei Ziheng. Tal vez fue por eso que escapó y no pudo tolerarlo. Si ese era el caso, ¿cuánto dolor soportó su Xiao Ling? Sintió dolor en su corazón, y quiso abrazarla para reconfortarla inmediatamente. Desafortunadamente, Tan Ying no sabía por lo que pasó Xia Ling.