Ella se recostó sobre el suave sofá por un largo rato hasta que se sintió mejor. La cantidad que comió podría reemplazar al almuerzo y a la cena. Su voz sonó cautelosa cuando preguntó: —¿Tienes otros restaurantes?
Li Lei largo una carcajada y dijo: —¡Seguro! Pero no podremos visitarlos todos hoy. Te llevaré otro día.
Xia Ling suspiró aliviada.
Lentamente se levantó y se forzó a seguir a Li Lei al gimnasio. Estaba demasiado llena. El gimnasio era de alta clase igual al restaurante Gastronomía en las nubes y tenía un sistema similar de membresía. Todos los que entraban y salían del gimnasio se veían adinerados y de estatus y como si supieran disfrutar la vida. Muchos sonrieron y saludaron a Li Lei a medida que entraban al lugar.
—¡Oh! Hola, Segundo Joven Amo Li, ¡te ves bien! ¿Finalmente encontraste tu otra mitad perfecta y dejas todas las flores detrás, no? ¿Estás dejando atrás tus días de playboy?