Puede que Xu Fosheng sólo sea una periodista de entretenimiento, pero también tiene fans acérrimos.
Ellos amaban su estilo de escritura despiadado y al grano. Por eso, al ver que sólo elogiaba a Ye Xingling y no hablaba mal de nadie, sintieron que se estaban perdiendo de algo. ¿Cómo era posible que su Maestra Fo no insultara a nadie? Tiene que haber una razón oculta... ¡Tiene que haber!
Todos empezaron a chismear y analizaron minuciosamente cada palabra y oración.
El silencio es una virtud, ¿y qué hay sobre no guardar silencio?
—Obviamente significa que la persona tuvo mala educación —la Hermana Mai Na se rio suavemente y tomó asiento con gracia en el sofá de la casa de Xia Ling, con sus piernas delgadas cruzadas y con Er Mao descansando dócilmente a su lado.