Pei Jingyu y Pei Jingshan no tuvieron suerte.
Sus padres fueron arreglados para ir a un país pequeño y remoto donde las condiciones eran arduas para una investigación en el lugar. Incluso había peligro de guerra. Los dos hombres fueron a casa y regañaron ferozmente a sus hijas. No solo les prohibieron salir y los castigaron para que copiaran un libro completo, sino que también les advirtieron que no provocaran a Xia Ling nuevamente.
Pei Jingyu y Pei Jingshan se sintieron agraviados pero aun así aceptaron sus castigos. Odiaban a Xia Ling hasta los huesos.