Sus decisiones siempre habían sido arriesgadas, pero nunca fallaban. Si no fuese por su disposición a correr riesgos, Bao Hwa no se habría elevado a su posición actual. Los accionistas estaban acostumbrados a su forma de hacer las cosas.
Sin embargo, esta vez el riesgo era demasiado alto, por lo que había dudas. Lin Jing naturalmente podía leer sus dudas.
Ella aconsejó: —Este es el mejor momento para que ataquemos. Con Xi Mubai fuera del camino, la familia Xi no tendrá tiempo para protegerse de nuestro ataque. Si no es ahora, ¿cuándo vamos a hacer esto?
—Directora Ejecutiva Lin, esta es una apuesta demasiado grande, además ni siquiera tenemos el cincuenta por ciento garantizado...
Los labios rojos de Lin Jing se curvaron en una sonrisa.
—¡Con un gran riesgo viene una gran recompensa! ¡No olvide cómo hemos acumulado nuestra riqueza actual! ¡Fue a través de un gran riesgo tras otro!