Su vida era como una vela en el viento, un pequeño respiro podía apagarla fácilmente. Si no fuese por la intervención de Lu Qi, ya estaría muerto. Por desgracia, su estado actual no era mucho mejor que la muerte.
Era difícil para él recuperarse, pero al menos su cuerpo sería preservado. Mientras su cuerpo físico no pereciera, había esperanza de un renacimiento. Además, Xinghe tenía fe en la habilidad médica de Lu Qi, él encontraría una manera de salvarlo. Aunque no pudiese, Mubai se quedaría en este estado citostático. Con el rápido avance de la ciencia médica, en los próximos 10 años, 20 años... eventualmente, sería salvado.
Mirando el lado positivo, Mubai tenía más posibilidades de recuperarse que aquellos que congelaron sus cuerpos durante sus años crepusculares. Por lo tanto, no se rendirían ante la esperanza, rezando por la llegada de un milagro. Xinghe se sintió abrigada por estos pensamientos y se sintió revitalizada temporalmente.