La familia Xi estaba más familiarizada con estas reglas, después de todo, ellos mismos prácticamente escribieron el libro de jugadas. Por lo tanto, sabían que tenían que confiar en sí mismos y en nadie más para superar este obstáculo. El asunto más apremiante era limpiar el nombre de Munan del cargo de venta ilegal de municiones militares.
Sin embargo, las municiones habían desaparecido sin dejar rastro. No había ni siquiera una pista para que ellos hicieran un seguimiento de...
Aparte de eso, tenían que conseguir las pruebas en el plazo de un mes, porque después de ese mes, Feng Saohuang reemplazaría a Munan como líder de la unidad del dragón volador. En otras palabras, no les quedaba mucho tiempo. Tenían que trabajar rápido o las consecuencias serían inimaginables.
La familia Xi había reunido todos sus recursos para resolver este problema y, por supuesto, se había preparado para lo peor.
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