La declaración de Mubai vino como una sorpresa para todos los presentes.
Incluso Xinghe no pudo evitar voltearse y mirarlo.
Ninguno de ellos sabía que él valoraba tanto a Xinghe...
Tianxin podía sentir sus piernas fallando.
Ella podía, de alguna forma, aceptar el hecho de que Mubai no le correspondiera su amor, pero presenciar la preocupación de Mubai por Xinghe la empujó sobre el límite.
Ella preferiría que Mubai la ignorara a ella a que él amara a otra mujer.
¿No era que él no amaba ni se preocupaba por nadie?¿Podía ser que él siempre hubiera apreciado mucho a Xinghe?
Este pensamiento envió a Tianxin en espiral a un profundo abismo de desesperación. Ella sintió su mundo explotar alrededor de ella.
—No…
Ella sacudió su cabeza, aturdida. No era claro si estaba tratando de convencerse a ella o a Mubai.