—Cualquiera que come ají sabe de su picor.
Tianxin fue provocada por la insinuación de Xinghe.
—Xia Xinghe, tú ya no tienes nada que ver con Mubai. Mubai y yo nos vamos a casar pronto, así es que, por favor, para de intentar sabotear nuestra relación.
Xinghe rio sarcásticamente.
—Ni siquiera he empezado a sabotear en serio y ya estás quejándote. No se siente bien estar en el extremo receptor, ¿no es así?
—Xia Xinghe, sé que siempre has estado celosa de mi hasta el punto en que me odias, pero yo no te he hecho nada malo a ti. De hecho, incluso he tratado a Lin Lin como mi propio hijo. Es por tu incompatibilidad que te divorciaste de Mubai. Sin importar lo que ocurrió entonces, ya que tu divorcio es una realidad, ¿puedes, por favor, dejarlo ir y darle a todos los involucrados la posibilidad de moverse hacia adelante, mostrándole amabilidad a todos y a ti misma? —suplicó Tianxin con mucho dolor, poniendo a Xinghe bajo una dura luz.