Cada "yo, Chui Ming, he perdido" era más duro que el anterior
Era como si no estuviese diciendo "yo, Chui Ming, he perdido", sino que "¡te mataré, Xinghe!"
Luego de la humillante letanía, Chui Ming lanzó una repentina patada a una silla cercana y la silla salió volando.
¡Bang! Cayó con un fuerte golpe seco. Todos podían sentir la ira irradiando de Chui Ming.
Miró a Xinghe, intimidante, antes de dar vuelta para irse con pasos furiosos.
Su intención asesina aumentaba con cada paso.
Juró matar a Xia Xinghe y a todos los relacionados con ella.
Todos los presentes estaban impresionados por el aura asesina de Chui Ming. No podían evitar preocuparse por Xinghe. Aunque hoy ella había ganado, ¿sería capaz de resistir la furia que vendría de Chui Ming?
No tenían idea de que, aunque Xinghe no hubiese desafiado abiertamente a Chui Ming, él aun así tramaría su muerte.
Xinghe, por su parte, nunca estuvo temerosa de que él buscara venganza.