El fin de semana.
Por la mañana.
Internet se llenó de alboroto y controversia. Sin embargo, Zhang Ye, la persona en el centro de la controversia, seguía durmiendo en su casa. Probablemente cansado por trabajar demasiado recientemente, Zhang Ye, que casi nunca roncaba, estaba roncando. No se veía muy bien durmiendo allí, abrazando su manta y babeando en su almohada sin darse cuenta.
La puerta del dormitorio se abrió.
Su madre entró y dijo: —Pequeño Ye.
—¿Ah? —respondió confundido.
Su madre dijo: —Levántate y ve a desayunar.
Zhang Ye se dio la vuelta y se cubrió la cabeza con la manta: —No voy a comer. Quiero dormir.
Su madre dijo: —Ya he comprado leche de soja y palitos de pan fritos para el desayuno.
—No estoy preparado para levantarme tan temprano. Estoy demasiado cansado. Despiértame cuando el almuerzo esté listo —dijo Zhang Ye.
