¡El estado de ánimo de la audiencia en el estudio estaba llegando a un punto crítico!
¡En Internet, los espectadores también se emocionaban!
Al público le gustaba lo que veía y no podían dejar de aplaudir. Sentían que Zhang Ye estaba muy acertado con su regaño. Los que lo conocían bien sabían que su camino hacia donde estaba ahora no había sido fácil. Ya había sido detenido en una comisaría de policía y también había sido prohibido por la Estación de Televisión de Beijing, en Shanghai, y por la SARFT. Hasta allí, Zhang Ye no tuvo más remedio que participar en la competición de diafonías. Ni siquiera ofendió a nadie, sin embargo, un grupo de actores de la competencia de charla cruzada pedían un boicot y que se le prohibiera. ¿No lo estaban acorralando? Si eso le sucedía a alguien que no fuera él, probablemente tampoco lo toleraría, por lo que, tenía que regañarles. Necesitaba poner todo patas arriba, ¡como un pez atrapado que intentaba romper la red en la que estaba!
