Unos momentos después, Luo Yuan regresó a su nave espacial.
De vuelta en su residencia, Luo Yuan sacó el cristal de energía de su bolsillo. El resplandor brillante que emanaba de él iluminó todo el piso. Luo Yuan no tenía planes de entregarlo al laboratorio de genética para una investigación inmediata. Por un lado, el elixir de la sabiduría era crucial para la progresión humana, una prioridad máxima para el laboratorio de genética. Por otro lado, al ser testigo de una energía tan mágica e ilimitada, tuvo la tentación de realizar algunos experimentos por sí mismo.