Unos momentos después, Luo Yuan volvió a la realidad.
Miró la hora y se dio cuenta que eran las 11 de la noche. Por la noche. Estaba completamente oscuro y mientras escuchaba el sonido de las ondas y las bestias mutadas rugiendo, salió y se subió a un árbol cercano. Al mirar hacia el cielo, descubrió que solo tenía nubes oscuras y no un indicio de luz estelar. La oscuridad era como un paño negro que cubría todo el cielo. Sombrío y deprimente, dejó escapar un suspiro.
—¡Dios ayúdame!