Después de dos días, finalmente llegaron a otra ciudad, pero al igual que las demás también era una ciudad en ruinas.
Sin embargo, la señora suerte estuvo de su lado esta vez. En una de las ruinas que supusieron era una antigua estación de trenes, encontraron un gastado mapa local. La mayoría parte del mapa ya estaba desgarrado, pero la información clave, como las indicaciones específicas, los nombres de las ciudades y las carreteras de la prefectura, todavía eran legibles.
Esta importante información fue de ayuda y justo a tiempo. Al menos, ya no tenían que andar al azar sin siquiera la más mínima guía.