—¿En serio?
Ronragruk tenía dificultades para creer las palabras de Yale.
—Lo digo en serio.
Yale sintió que era normal que Ronragruk no confiara en sus palabras directamente porque convertirse en un Dios de Ley era algo extremadamente difícil o al menos el sentido común lo consideraba de esa manera.
—¿No puedes decirme eso antes de aceptar tus condiciones? Quiero creerte, pero debes saber que no todos tienen una línea de sangre lo suficientemente poderosa como para convertirse en un Dios de Ley sin problemas y para mí es difícil imaginar el método.
Yale sonrió cuando al menos captó el interés de Ronragruk.
—Primero debes aceptar mis condiciones porque si las rechazas, será imposible que te conviertas en un Dios de Ley. Ese es el primer paso. Si no puedes hacerlo, no hay razón para que cuente más porque eso sería una pérdida de tiempo.
