- Venga mama Book, ¿Debe de haber trabajo para un viejo pirata como yo? -
- No lo hay Cross- la vieja fumó su pipa sin quitar la vista de su televisor sacado del siglo 20.
- Aye, aye... ¿cuáles son las condiciones esta vez?- Cross sacó una botella de la solapa de su saco rojo. El trago sonó como si una ballena se atragantara con su comida.
- Lo ahy viejo muerto, necesitarás tripulación, 5 personas en específico- mama book le extendió la mano para entregarle una carta.- Todo las especificaciones están ahí, tienes una semana para completarlo-
Cross le arrebató la carta de las manos. Tocó su sombrero en forma de saludo y dio media vuelta hacia la calle, mientra meditaba si valía la pena tener tripulación otra vez.
Siguió caminando por la calle mientras observaba la carta, su cara reflejaba la incomodidad por cada línea que leía. Sabía que la tripulación era un lastre y más para una misión de tal tamaño, pero la rosa blanca era estricta con las reglas y pensar en seguirlas hizo que rompiera la carta y la metiera en su boca. El primer trago de su botella fue para pasar aquel disgusto de su boca, el segundo para festejar que podría volver a navegar y el tercero en pena por las almas que se embarcarian en esta misión.