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Después de que Jun Wu Xie dejara el Palacio Imperial, el Señor Meh Meh volvió a su diminuta forma de oveja y no mucho después de eso, vino Lei Chen.
Antes de que Lei Chen pudiera decir algo, Jun Wu Xie dijo. —Despide a los Guardias Imperiales que están alrededor del Apartamento de los Inmortales.
Lei Chen se quedó atónito un momento antes de recordar que el Emperador había ordenado que los Guardias Imperiales vigilaran el Apartamento de los Inmortales con Qiao Chu y los otros que aún estaban en la posada del Apartamento de los Inmortales. En sólo unos días, el mundo había cambiado para la gente del País del Fuego y pocas horas después, el Edicto Imperial del Emperador anunciando su abdicación fue liberado.
—Claro. Hermano pequeño Jun, sobre el trono, ¿puedes pensar en ello cuidadosamente una vez más? —Lei Chen accedió a la demanda de Jun Xie inmediatamente, pero no se olvidó de seguir persuadiéndolo para que lo reconsiderara.
