—Ven acá—Jun Wu Xie llamó a Pequeño Loto sin una pizca de expresión en su rostro.
Pequeño Loto correteó rápidamente.
Jun Wu Xie levantó su flequillo para comprobar su frente. Después de examinarlo cuidadosamente y cuando no pudo encontrar rastros de alguna lesión, finalmente se relajó cuando sus ojos se volvieron suaves.
—En el futuro, no hagas nada, solo déjalo ser —Jun Wu Xie sintió que Jun Wu Yao no era tan amable como parecía en la superficie. No importa si fue ese incidente con Mo Xuan Fei o las pocas veces que llevó el olor a sangre, todas fueron señales de advertencia.