En el gran salón del Palacio Lin, se servía té a los invitados.
El anfitrión de la sesión fue un hombre guapo de unos treinta años. Llevaba una túnica azul pálido, pero estaba sentado en una silla de ruedas. Fue una lástima que un hombre tan bueno, quedara inválido.
A su derecha estaba sentado otro hombre vestido con un brocado de seda amarillo claro. Era guapo y tenía un aire de arrogancia. Junto a él había una elegante belleza vestida de blanco.
—Por favor, espere un momento, Príncipe Segundo, Wu Xie no se ha recuperado por completo, por lo que tardaría un poco en llegar —el hombre en la silla de ruedas informó educadamente a sus invitados. No era otro que el hijo más joven de Jun Xian: Jun Qing.
El Príncipe Segundo Mo Xuan Fei asintió con una expresión indiferente. Aunque fue el prometido de Jun Wu Xie, durante todo este tiempo, esta fue la primera vez que venía a visitarla. Es más, incluso trajo a otra mujer.
La cara de Jun Qing naturalmente no se veía bien.
Pronto, Jun Wu Yao llegó al salón.
La actitud indiferente de Mo Xuan Fei se dispersó de inmediato cuando arrugó la frente.
Se puede decir que Mo Xuan Fei es uno de los hombres más guapos de todo el Reino de Qi, pero ahora su prometida Jun Wu Xie fue cargada por un hombre que superó con creces a su propia liga.
Cuando Wu Xie todavía se estaba recuperando, había perdido su antigua carita rosada. Ahora estaba ligeramente pálida, lo que hacía que sus rasgos destilaran una sensación, como un loto blanco floreciente. Estaba acurrucada tranquilamente en los brazos de un hombre extraño. Su actitud dominante anterior fue reemplazada por un comportamiento delicado y encantador.
A Mo Xuan Fei no le gustaba Jun Wu Xie, esto era un hecho bien conocido en todo el Reino. Su matrimonio prometido se debióúnicamente al temor de contrariar a Lin Wang, ya que él tenía el control completo sobre su Ejército Rui Lin.
¡Pero esto no significa que Mo Xuan Fei estaba feliz de ver a su novia haciéndole cornudo!
—¿Y este es? —Mo Xuan Fei preguntó con el ceño fruncido.
—Este es Jun Wu Yao, el hermano de Wu Xie —contestó subconscientemente Jun Qing.
—¡¿Qué?!
La expresión de Mo Xuan Fei cambió para lo peor. La tercera generación del Palacio Lin solo tenía una persona, ¿de dónde apareció este Jun Wu Yao?
¿Eso significa que Lin Wang había tomado precauciones durante mucho tiempo contra la familia Real y en realidad había ocultado un hecho tan importante? Mo Xuan Fei entrecerró ligeramente los ojos.
—No, Wu Yao es un huérfano, criado por mi padre que lo había recogido y criado afuera. Esta vez, como Wu Xie estaba gravemente herida, con la mala salud del padre y yo que no puedo ayudar, decidimos llamar a Wu Yao para volver a cuidar de ella —Jun Qing respondió.
No tenían relaciones de sangre. Mo Xuan Fei dejó escapar un suspiro de alivio. Desde el principio, Mo Xuan Fei no se preocupó por Jun Wu Xie.
Jun Wu Yao y Jun Wu Xie se acomodaron lentamente en sus asientos. Ella le dio a la pareja opuesta una mirada casual, y secretamente se burló. Así que este era el hombre con el que la original Wu Xie estaba tan fascinada. Sin embargo, ella no tenía ningún recuerdo de la mujer sentada a su lado.
—El padre imperial se enteró de que Wu Xie está herido, por lo que envió algunos tónicos. Yun Xian estuvo cerca y le pedí que viniera y echara un vistazo a la herida. Yun Xian es experta en medicina y es mejor que la examine para asegurarte de que te recuperes bien.
Su expresión indiferente había regresado. Sin embargo, cada vez que mencionaba a esa mujer, la miraba con afecto y su tono se suavizaba cada vez que mencionaba su nombre.
Esa mirada era como si estuviera mirando a su propio amor.