Ni un solo discípulo de las otras academias se atrevería a hablar mal de Lei Chen. Entonces recayó sobre Jun Wu Xie, quien había debido a la atención excepcional que Lei Chen le mostró, haber atraído de repente una gran cantidad de celos contra ella.
—Si eres demasiado joven, entonces no vengas a participar en el Torneo de Batalla Espiritual. No solo estamos jugando a las casitas aquí. —Lei Yuan dijo, mientras su mirada cambió. Él sonrió para sí mismo e inmediatamente inventó una excusa para dejar el banquete por un tiempo. Había visto a los discípulos de la Academia de Cazadores de Dragones seguir detrás de Jun Xie para abandonar el banquete y sabía que seguramente habría un gran espectáculo para ver, así que, ¿cómo podría perdérselo?
Lei Chen observó a Lei Yuan irse, su rostro aún mostraba su sonrisa amable, pero sus ojos estaban teñidos de triunfo malicioso.
