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—¿Qué pasa si debo ir en contra de ellos? —Jun Wu Xie miró a Wen Xin Han, su rostro mortalmente serio.
Wen Xin Han se sorprendió un momento antes de responder con firme determinación: —No me retractaré de mi palabra.
Jun Wu Xie asintió levemente cuando Wen Xin Han expresó su determinación.
—No necesitaré que confrontes a Gu Ying, sino que cuides de Fan Jin durante este período, para asegurarte de que se mantenga con vida, y habrás cumplido tu promesa para mí. —Cuando Jun Wu Xie había dicho que usara la vida de Wen Xin Han, ella había querido cumplir con su palabra para proteger a Fan Jin con su vida.
Una expresión de sorpresa se mostró en la cara de Wen Xin Han cuando dijo: —Mi Joven Señorita Jun no tiene por qué decirlo así. Fan Jin es hijo de un viejo amigo mío, e incluso si mi Joven Señorita Jun no lo dijo, yo seguiría protegiendo a Fan Jin.
Jun Wu Xie sacudió la cabeza.
—Quiero que lo saques de prisión. Inmediatamente.