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El viento soplaba a una velocidad muy alta y eran ráfagas poderosas. Suspendida de la cuerda, Jun Wu Xie comenzó a balancearse. Todo lo que podía hacer era acurrucarse y girar todo el peso de su cuerpo sobre sus pies presionados contra la cara del acantilado.
El repentino frío y el extraño viento sopló durante un rato antes de que se detuviera. Una vez que lo hizo, ¡el viento se levantó una vez más!
Sin ningún ritmo o patrón específico, el viento parecía estar decidido a soltarlos a todos para hacerlos caer en el eterno abismo. Con los compañeros ya en una situación tortuosa, el viento se convirtió en otro agonizante obstáculo para que Jun Wu Xie y sus compañeros lo superaran.
"¡Tenían que apurarse!"
