Rong Ruo se reía a carcajadas.
Con la cara entre las manos de Rong Ruo, Jun Wu Xie frunció un poco el ceño, su rostro aún reflejaba confusión.
Todavía no entendía lo que estaba pasando o lo que acababa de ocurrir.
Un genio y un idiota se diferenciaban por lo que sabían. En la mayoría de los casos, Jun Wu Xie era un genio sin parangón, pero en ciertos aspectos, sólo era una gran ignorante.
—Si ese grupo de cretinos de la Academia Zephyr vieran a la pequeña Xie dejando que Rong Ruo la pellizque y le amase así la cara, me pregunto cómo reaccionarían. —Fei Yan sonrió maliciosamente mientras observaba la mirada desconcertada de Jun Wu Xie. Si no fuera por el hecho de que eran géneros diferentes, él también se habría acercado y le habría pellizcado la pequeña cara a Jun Wu Xie.
¡La pequeña muchacha era realmente demasiado adorable para describirla!
—Todos se volverían locos. —dijo Rong Ruo sonriendo.