—No te preocupes, abuelo, has dicho cosas en las que el Maestro también ha pensado. Mañana daré algo para que el tío tome, no será perjudicial para él, solo enmascara su salud y deja que otros vean su pulso y sus síntomas como si estuviera colgando de un hilo de vida —ella había pensado por mucho tiempo en esto y había preparado con anticipación algunas píldoras que podían actuar como un elemento disuasorio en caso de cualquier emergencia.
Jun Xian y Jun Qing se alegraron de que su maestro tuviera tanta precaución y que todo estuviera preparado de manera tan exhaustiva.
Parecía que este maestro suyo estaba decidido a ayudar a su familia.