La reacción de Lu Wei Jie le había dado la respuesta y no se necesitaban más palabras.
—¡La Academia Zephyr tiene fama de estar entre las tres mejores academias famosas, pero parece que no están por encima de emplear métodos clandestinos de la misma manera! Sus discípulos planean el asesinato para robar, y sus maestros intimidan a los débiles e inválidos. ¿Qué tipo de desgracia están trayendo a su nombre, ¿no están avergonzados de ustedes mismos? —Rong Heng escupió esas palabras, sin mostrar nada más que desprecio absoluto por la Academia Zephyr. Una vez había pertenecido al Clan Qing Yun más poderoso y venerado después de todo, y antes de que el Clan Yun Qing hubiera sido borrado, no les había importado mucho molestarse incluso cuando el mismo Director de la Academia Zephyr había acudido directamente a sus puertas pidiendo una audiencia.
Por otra parte, ¿a un mero Nangong Xu?
¿Y qué si él fuera un exponente del espíritu índigo?
