Se pensó que quedarse dentro del bosque de bambú les daría la paz que se deseaba. Nunca habían pensado que los otros discípulos serían tan audaces para romper los límites y perturbar la tranquilidad.
Fan Zhuo miró con desaprobación a Ah Jing, sabiendo muy bien lo que había hecho.
—Ah Jing, si algo así sucede una vez más, puedes volver a la academia. —Fan Zhuo dijo con un suspiro. Ah Jing había estado alrededor tanto tiempo que se pensaba que Ah Jing había crecido junto con él. Ah Jing había puesto el interés de Fan Zhuo antes que el suyo desde joven y, aunque era ferozmente leal, no había sido del todo brillante. El hecho era que Jun Xie había tratado a Fan Zhuo durante bastante tiempo y su condición había mostrado un considerable progreso visible. Pero incluso eso todavía no había disuadido a Ah Jing de creer en los rumores en la academia, y Fan Zhuo no tuvo más remedio que emitir un ultimátum.
