La suposición de Qin Yu Yan era que el joven probablemente era una ayuda externa que Jun Wu Xie había empleado de potencias extranjeras.
Pero ella estaba pensando en que Jun Wu Xie, ¿una simple Joven Señorita de un miserable Palacio Lin, tenía para ofrecer a esas potencias extranjeras? Sea lo que sea que Jun Wu Xie pueda ofrecer, el Clan Qing Yun podría duplicar la oferta fácilmente.
No había tal cosa como alianzas inquebrantables. Cuando las personas se apegan a la llamada lealtad y determinación, simplemente la oferta no era lo suficientemente tentadora.
Qin Yu Yan creía firmemente que, si se trataba de una elección entre el Palacio Lin y el Clan Qing Yun, cualquier imbécil sabría que tiene que elegir este último.
Loto Borracho le dio una mirada de desdén cuando se volvió hacia la mujer pretenciosa que tenía ante él, chasqueando la boca con disgusto.
